Los Formalistas surgen a
comienzos del siglo pasado, 1920-30, en Rusia. Surgen en oposición a:
- La manera informal, subjetiva
de estudiar la literatura.
- La prioridad del contenido, el
significado en el texto literario.
- La importancia del escritor
como individuo que articula este significado.
Cada una de estas tres corrientes
está representa en una escuela teórica o una práctica.
- La primera tiene que ver con el
estudio de la literatura en reseñas, artículos de valoración personal. Pero
para considerarse una ciencia -una disciplina de valor académico,
universitario- la literatura debía ser algo
más que un juicio personal. Claro que los practicantes de este tipo de
teoría o de estudio literario, se oponen a esto argumentando erudición. La persona que lee más que
otro, tiene por lo mismo la posibilidad de emitir un juicio más claro. Esto
será retomado después, finales del siglo, por otras teorías como la de Bloom y, en cierta medida, Genette.
- La teoría hermenéutica estaba enfocada, sobre todo, en encontrar el significado
del texto. La hermenéutica nace originalmente en la Edad Media con la finalidad de descifrar el significado de la
Biblia. Se trata de una empresa importantísima, cuyo valor se traduce en la
salvación o perdición del alma humana (ejemplos: Bestiarios). El Círculo
Hermenéutico buscaba ante todo el significado: estaba a la caza de él porque el
texto lo cargaba de manera latente. La labor del lector, por tanto, era activar
este potencial. El Círculo tendrá repercusiones después con Gadamer y Ricoeur que hacen de esta
búsqueda de significado algo más complejo, agregando el factor
diacrónico-histórico, y el concepto de "horizontes".
-Esta última tendencia es la más
pracitcada en el XIX y seguramente la más vilipendiada ahora, la crítica biográfica. Su apogeo se da
en el Romanticismo que veía una relación directa entre creador y obra. Por lo
mismo, si podíamos descifrar al creador, descifrábamos también la obra. Claro
que esta es una visión sencilla, que, posteriormente, en el siglo XX será
retomada, de manera mucho más compleja, con la sociología de la literatura que analiza no solamente al autor
(en realidad, ninguna de las biografías tradicionales hacía esto únicamente)
sino a su sociedad, su momento histórico-literario.
Los formalistas se oponen a estas
escuelas porque quieren hacer del estudio de la literatura una ciencia. Y para
este fin, necesitan un objeto de estudios.
Vimos
en la primera clase que la literatura es algo inasible y relativo. Inútil
convertirlo pues en el objeto de estudios. Los formalistas no se preocupan de
ello. Encuentran, en cambio, su objeto de estudios en lo literario.
Lo
literario ya no está en el contenido de un texto, ni en una clasificación
externa al mismo (Academia), está en la forma. Y dentro de la forma, podemos
identificarlo porque, a diferencia, del lengua común, que es automático, gris, comprensible, el
lenguaje de lo literario oculta, relega,
renueva el mensaje.
Lo
literario nos revela la singularidad-excepcionalidad de lo real. Entendemos la
cosa por la misma razón que nos sorprende, porque ha perdido su cotidianeidad,
su dado por hecho. Lo literario nos provoca extrañamiento, lo que los
formalistas llaman: onstranenie, en español: desfamiliariza.
Lo
literario hace además que nos interesamos, por lo tanto, en el lenguaje mismo,
en la forma, y no sólo el contenido.
En conclusión:
-Los Formalistas se concentran en
lo literario, la forma que renueva, oscurece, desfamiliariza el mensaje. Al
hacerlo, realizan una gran aportación a la literatura. La convierten en algo
semejante a una ciencia (alejada de
lo social) que después los estructuralistas harán cada vez más compleja,
creando su propia nomenclatura.
- La forma literaria va cambiando
con el tiempo, en un proceso semejante al evolutivo.
Esta cconclusión convierte al canon, donde se sentaban todos los grandes de
manera ostentosa y amena, en un campo de batalla, en un árbol de Darwin, donde sólo sobrevive el más
fuerte.