La
interpretación es el trabajo más importante del crítico-académico
literario. Se trata de su producción
tangible, mensurable. Un académico de importancia y renombre debe haber
producido varios textos respaldados por revistas científicas arbitradas.
La
interpretación se lleva a cabo, según Ezquerro, en dos momentos y con dos
facultades: Descodificación e
Interpretación.
· La descodificación implica entender y evaluar el semiotopo (espacio
de comunicación, por medio de un sistema complejo, abierto y auto-organizador)
en el cual se consume e inserta el texto. Desde el código lingüístico, hasta el
género literario al que pertenece, o las obras con las que dialoga. También es
conocer o intuir el Idiotopo Omega
(lector). De esta manera, si leo a un autor contemporáneo quizá sea más difícil
reconocerlo y evaluarlo como productor, también es posible que ignore lo que se
ha dicho u opinado sobre él. De esta manera mi acercamiento es más ingenuo que, por ejemplo, mi
acercamiento a Chejov o Flaubert.
·
La interpretación, dentro del mecanismo
de consumo del texto, está relacionada con las posibilidades y peculiaridades del observador. En base a su
idiotopo (lecturas, experiencias, historia), el lector aportará un sentido a la
obra. Este sentido no es unívoco, es
decir, mi interpretación no es la única posible.
Podemos caer en el error de creer que
existe un mensaje único por la índole misma de la comunicación, especialmente
la comunicación conversacional. En
una orden o mensaje sencillo: “Trae la leche”, es difícil dar cabida a la
ambigüedad. Aunque imaginemos a la persona que nos pide eso, tomando un vaso de
leche en ese justo momento. ¿Qué pensar del mensaje? ¿Se está burlando? ¿Quiere
que yo me siente con él a tomar otro vaso?
Hay un sinfín de
intenciones y connotaciones veladas que, en el caso de la conversación se van
más o menos descubriendo. Para ello no sólo contamos con emisor y receptor en
un mismo espacio y tiempo, también con un lenguaje oral, gráfico, gestual, etc.
Este mensaje, Ezquerro lo llama determinado
en oposición al texto, que es
indeterminado.
Si
la conversación es ambigua, plural, abierta, el texto lo es aún más. El texto,
al entrar en un contexto social adquiere vida propia, se vuelve un mensaje en
relación con otros mensajes dentro de la indeterminación y la variedad de
espacios y tiempos.
El
académico, o lector profesional, crea interpretaciones
complejas y argumentadas. Cada lector crea sus propias interpretaciones. Al
final, algunas de estas interpretaciones trascenderán el olvido y afectarán la imagen del escritor y de su
texto. Por ejemplo:
·
La crítica de Harold Bloom sobre Shakespeare, a quien considera el creador del humanismo moderno y el
núcleo principal del canon literario. Para Bloom dicho canon está fundamentado
en la variedad y la originalidad lingüística del autor y sus temáticas que
revelan la psicología compleja del humano. Esta crítica ha modificado el
idiotopo Shakespeare (a quien ya no se le puede ver como un escritor de teatro
únicamente) y el semiotopo de su obra (la cual no se puede leer como un simple
entretenimiento dramático)
A estas creaciones, algunas de las
cuales entran en el mundo de la literatura, Ezquerro las llama metatexto o texto-comentario. En ambos
casos, se trata de una producción de segundo
grado porque nace de otro texto. La situación se hace más compleja cuando
Borges escribe cuentos de segundo grado inventando el referente o libro
original. Pero por ahora concluyamos que la crítica literaria es, en resumen, una producción de metatextos.
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